Sí, andar en bici como medio de transporte te ahorra dinero, mucho tiempo en tus traslados y, muchos beneficios para tu salud física, pero ¿sabías que usar la bicicleta para mejorar nuestra agilidad mental es un hecho que los científicos están estudiando?
La vida en la ciudad puede ser difícil para nuestro cerebro: pues está relacionada con la ansiedad, la depresión y la esquizofrenia, y por si eso fuera poco para nuestras afligidas mentes citadinas, resulta que en un triste hecho de la vida, nuestros cerebros se encogen a medida que envejecemos, pero hay una acción que puedes tomar ahora mismo para minimizar la rapidez con la que sucede este hecho: andar en bicicleta regularmente.
Una investigación muestra que los esfuerzos que realices para mantenerte en buena forma física, especialmente para las personas de 40 años, pueden ayudar a minimizar la pérdida de volumen del tejido cerebral en el futuro.
El estudio, creado por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston, analizó la relación entre el volumen del tejido cerebral en adultos de 60 años y sus niveles de actividad física cuando tenían 40 años. Y lo que encontraron te hará amar aún más la bicicleta, claro, si es que andas en bici, y si no, después de leerlo estoy seguro que querrás usar la bicicleta desde hoy.
Usar la bicicleta reduce el encogimiento cerebral en adultos
Es una realidad que a mayor uso de la bicicleta, mayor condición física tienes, pero además de ofrecerte beneficios para tu salud física, también ayuda a mejorar tu condición cerebral mucho más allá de los consabidos beneficios para tu mente, pues además de éstos, ayuda a incrementar la velocidad con la que tu cerebro analiza las cosas, haciendo tu proceso mental más ágil, incluso con la edad y la pérdida de volumen en el cerebro.
Así que no es que estés asustado por andar en bicicleta entre los autos, y que por esa razón tus reflejos se agudizan. Se agudizan y estás más atento a tu entorno, porque toda esa actividad física que realizas al andar en bicicleta, incrementa la velocidad de respuesta de tu cerebro.
Ahora bien, es inevitable que el cerebro se contraiga a medida que envejecemos, pero la velocidad a la que perdemos tejido cerebral y la velocidad a la que se vincula esa atrofia con el deterioro cognitivo se pueden reducir con mayores niveles de actividad física. ¿Necesitas una mejor razón para subirte a la bici?
Incluso con los resultados del estudio, los investigadores no identificaron exactamente por qué las personas con niveles más altos de condición física tenían menos encogimiento cerebral, pero como ahí lo señalan: es posible que el aumento del suministro de oxígeno y una mejor salud arterial que acompaña a los niveles más altos de condición física en las personas, también ayudan a proteger al cerebro de la pérdida de volumen del tejido.
Dicho estudio, también demostró que la actividad física es beneficiosa para el cerebro en más de un sentido, pues además de mejorar la capacidad para recordar, concentrarse y ser creativo, también favorece la capacidad de aprender, incluso en adultos.
Así que ya sabes porque cuando llegas a la universidad en bicicleta participas más en clase o, incluso en tu trabajo, donde eres más productivo.
Andar en bicicleta favorece el aprendizaje
Durante el estudio también se encontró un vínculo entre la actividad física e importantes mejoras en las capacidades de memoria y aprendizaje. Por ejemplo, se encontró que aquellos ciclistas con una mejor aptitud aeróbica obtuvieron mejores calificaciones en pruebas de memoria que aquellos con baja condición física.
Los investigadores también han sugerido que combinar ejercicio y estudio ayuda a mejorar la memoria y hace que el estudio se haga menos difícil, especialmente cuando hay que enfrentarse a tareas nuevas, complejas y desafiantes.
Andar en bicicleta ayuda al desarrollo de nuevas neuronas
Según los expertos –y estoy seguro que tú ya te diste cuenta-, el ejercicio cardiovascular no solo potencializa el aprendizaje, sino que también provoca cambios reales en el interior del cerebro. Las hormonas segregadas tras el ejercicio que implica andar en bicicleta provocan efectos beneficiosos sobre la concentración, el aumento de los niveles de excitación y sobre la percepción.
Y no obstante que se creía que nacíamos con un número determinado de neuronas, ahora se ha comprobado que el ejercicio cardiovascular promueve el crecimiento celular, la regulación de los estados de ánimo y la liberación de hormonas como la dopamina, la serotonina y la norepinefrina.
Por otra parte, el estudio también demostró que la actividad aeróbica intensa –como realizar ejercicios de intervalos en tu bicicleta– puede aumentar la neurogénesis, que es: el nacimiento de nuevas neuronas, y mejorar las posibilidades de que esas células recién formadas puedan sobrevivir y prosperar realizando sinapsis más complejas.
En realidad esto depende mucho de tu condición física, pero es recomendable entre 30 a 45 minutos de bicicleta al día, durante 4 o 5 días por semana, cuando estás empezando o has vivido durante mucho tiempo una vida sedentaria.
Recuerda que el incremento de la actividad física debe hacerse poco a poco y, sobre todo, hacerlo de manera constante. Ahora, si lo haces de mañana es mucho mejor, porque es cuando acabamos de despertar y puedes iniciar el día con mayor energía y con una buena actitud.
Así, poco a poco tu cuerpo se acostumbrara a ejercitarse en la bicicleta, lo disfrutará y las endorfinas que tu cerebro libera se volverán necesarias para ti, entonces tú mismo buscaras seguir andando en bicicleta porque te hará sentir muy bien y alcanzarás mayores niveles de bienestar.
Y además de inteligente, rápido
La verdad es que es muy bueno poder ser más ágil mentalmente – y más, en medida en que uno envejece- , pero ¿quién no quiere ser más rápido en su bicicleta? Yo sí, pues es una cualidad muy apreciada cuando le tienes que ganar el paso al microbús que quiere detenerse encima de ti para recoger pasaje.
Y la constancia en el uso de la bicicleta, es lo que precisamente nos hace más rápidos al pedalear, sólo la perseverancia y el empeño acompañado de algunosconsejos para obtener el máximo provecho de la energía que ponemos a la hora de pedalear nos hace más rápidos en la bicicleta. Sin embargo es algo que creo que tú, que has acumulado algunos kilómetros pedaleados en tus piernas, has ido viendo cómo aumenta tu velocidad.
Andar en bicicleta no sólo fortalece tu cuerpo y tu mente, también tiene el talento de hacerte que necesites más ejercicio; práctica un poco de actividad física diariamente y todo tu organismo te lo agradecerá.
Igualmente que el ejercicio contribuirá en aumentar el número de mitocondrias, que se encargan de darle más energía a nuestras células musculares y a las neuronas cerebrales, reducirá el cansancio mental en un círculo perfecto en donde todo es un ganar-ganar.
