El Tiempo en Pulpi

Tiempo en Pulpí

sábado, 23 de marzo de 2013

MEJORA EL RENDIMIENTO CON TU MENTE


MEJORA EL RENDIMIENTO CON TU MENTE
Además de entrenar el cuerpo, la cabeza es esencial para conseguir 
un rendimiento óptimo en cada salida...


BUENOS PROPÓSITOS

A principio de año todo son buenos propósitos: "Voy a entrenar más que nunca",
"este año quiero preparar tal cita", "a ver si me quito estos "kilillos" que me sobran"... 
Todo esto a más de uno nos suena ¿verdad?

Siempre empezamos con muchas ganas, en ocasiones demasiadas, que luego
van desapareciendo hasta que por diversos motivos (lesiones, desmotivación,
falta de tiempo o todo junto) dejamos pasar la ocasión. En este artículo os vamos
a dar unas pautas que a todos los niveles os ayudarán a concluir con éxito una
temporada deportiva. Presta mucha atención y sigue leyendo, que sacarás algunas
buenas conclusiones...

Partimos de la base de que el deporte es uno de los mejores medios para llegar a un
estado mental de equilibrio, en el que un cuerpo en forma y saludable permite
vivir con más vitalidad y bienestar.

SÉ REALISTA. En primer lugar has de valorar si el objetivo propuesto es viable.
La disponibilidad de tiempo, el interés, la edad o los recursos técnicos, son limitaciones
que hay que tener en cuenta. Tienes que ser justo contigo mismo y ponerte objetivos
alcanzables dentro de tus capacidades y posibilidades. En torno a esto girará todo.
Si apenas dispones de cuatro horas semanales para dedicarle al deporte, difícilmente
podrás correr la Copa del Mundo "metiéndole el codo" a Hermida.

ORDENA Y PLANIFICA TU OBJETIVO. Desde el primer momento en el que decidas
ponerte "manos a la obra", asesórate, bien a través de los conocimientos de un
preparador físico o de bibliografía. Un entrenador evitará errores en tus entrenamientos y
optimizará tus horas de actividad física, necesitando menos horas de entreno para
obtener mejores resultados y así sabrá adecuar el entrenamiento a tus actividades diarias.
Además hará las veces de psicólogo y será quien equilibre la balanza, siempre desde
la objetividad.

Sitúa los entrenamientos más estresantes (generalmente de alta intensidad) en períodos y
días alejados de las competiciones, citas importantes o situaciones que creas que puedan
crearte tensión (reuniones, exámenes, viajes de negocios), para evitar que se junten
dos períodos de mucha concentración (y fatiga) mental. Si no consideras conveniente el
ponerte bajo las instrucciones de un preparador, infórmate leyendo libros o busca algún
plan de preparación para mountain bike. Aunque no sea específico para ti, incluirá
principios básicos que seguro serán mejor que entrenar "de cualquier manera".

DATE UN RESPIRO. Como continuación del punto anterior, debes programar períodos
de descanso, no sólo físicos, también psicológicos. En esos períodos, realiza esas
actividades que siempre quieres hacer (otros deportes, algún viaje, etc.) que entren dentro
de tu período de descanso físico y que aproveches para mejorar tu grado de satisfacción
personal. Si ves que tu modo de entrenar te hace entrar en un proceso monótono, añade
más variedad a tu entrenamiento con actividades nuevas y distintas a las convencionales.
El día antes de una competición intenta descansar, pero que eso no suponga un castigo.
No estés todo el día observándote y comparando sensaciones porque lo único que haces
es agobiarte. Distráete un poco dando un paseo, yendo al cine, pasando un día
tranquilo en familia...


NO PIERDAS EL RUMBO. Todos coincidimos en "el que algo quiere, algo le cuesta",
ya que el espíritu de superación es uno de los pilares del deporte, pero no hay que
confundir el rentabilizar tus horas de hacer deporte entrenando correctamente,
con sacrificar horas del resto de tu vida por el deporte. No permitas en ningún momento
que tu meta te obsesione o genere en ti un estado de estrés, ya que esto te conducirá,
con total seguridad, al abandono y fracaso del objetivo inicial.

MOTÍVATE A DIARIO. No permitas que el miedo al fracaso te desmoralice o te genere
dudas sobre si realmente estás preparado o si ha sido una buena decisión "asaltar"
tu objetivo. No te preocupes por el resultado final, sé siempre positivo y piensa que lo
que hace grande y único al deporte no es la meta, sino los momentos experimentados
en el camino. Si surgen complicaciones, piensa que ya recuperarás y tómate el
tiempo necesario. Muy importante es no mirar el objetivo de forma total, ponte metas
a corto plazo, semanales e incluso diarias.

VAS A SUFRIR. La capacidad de sufrimiento también se entrena y se desarrolla, piensa
que el resto también está sufriendo igual o más que tú y de esa forma serás capaz de
aumentar tus umbrales de esfuerzo. Es bueno pensar también en situaciones de crisis.
Piensa que tus expectativas pueden no cumplirse y no por ello debes retirarte o dejar de
pasarlo bien. Nunca olvides que las cosas no son como empiezan, sino como acaban. Puedes
estar pasando por un momento malo, del que te repondrás. Adáptate a las circunstancias y
lucha con los recursos de cada momento. Si adoptas esa conducta por sistema, cuando el
rendimiento acompañe, serás un corredor muy "duro de pelar".

CORTA CON LOS PENSAMIENTOS NEGATIVOS. Busca frases, palabras, ideas o incluso
imágenes que te hagan olvidar los pensamientos negativos y te hagan pensar en positivo.
Deberás dar con estas "palabras mágica" cuando tu estado sea optimista y utilizarla
habitualmente para que en los momentos malos se te venga inmediatamente a la cabeza.
También puedes hacerte una lista de frases motivantes, que puedas leer en esos momentos
de "bajón" o incertidumbre.

SÉ DISCIPLINADO. Es algo que también se puede entrenar. La disciplina ayudará a que
tu autoestima aumente, pero recuerda que la disciplina hay que aplicarla tanto para los
entrenamientos como para los descansos. Si sabes que eres "remolón" para salir en bici, trata
de hacerlo cuanto antes, si lo vas dejando acabará pasando el día y no habrás salido a disfrutar
de aquello que nos apasiona. Muchos pequeños esfuerzos acabarán sumando un gran resultado.

NO TE ACELERES. Si haces todos tus entrenamientos con orden y rigor, pronto empezarás
a notar cambios satisfactorios en tu cuerpo y rendimiento. Es bastante habitual que ante este
estado de euforia nos hagamos más descuidados en nuestros hábitos. Recuerda especialmente
este apartado y, cuando empieces a entrar en forma, no caigas en el error del descuido, sigue
entrenando con todo "el cariño" que lo has hecho hasta el momento, haciendo lo que toca,
al ritmo que corresponda y realizando todo el ritual de recuperación diaria (estirar, dormir, etc.)

IMAGINACIÓN. Visualízate en el desarrollo de la prueba que estés preparando. Intenta
imaginar todo tipo de situaciones: pasando por un mal momento, entrando victorioso,
un momento de rivalidad, etc. La noche anterior a la cita, mientras trates de conciliar el sueño,
repasa el recorrido (si es que lo conoces), pensando donde cambiarás, donde frenarás, por donde
trazarás... Ese "hormigueo por la tripa" hará que mentalmente te prepares para la situación del
día clave, con el valor añadido de que cuando llegue ese momento ya habrás hecho varios
simulacros mentales e inconscientemente te resultará más familiar y convencional.

SIN PRESIÓN. La gran mayoría de nosotros no somos deportistas profesionales y por tanto
no tenemos que rendirle cuentas a nadie... más que a nosotros mismos. Debemos jugar con este
factor a nuestro favor para así disfrutar más de todo lo que involucre un acontecimiento deportivo.
Si nos va mal, nadie nos lo reprochará y si nos va bien será una enorme gratificación personal.
¿Que os apetece dar un salto aunque eso os "robe" energía u os reste algo de tiempo? Hacedlo
si es lo que os pide el cuerpo.

ACTITUD. La posición que adoptemos frente a nuestros rivales nos puede conducir al éxito o
al fracaso. Si nos ven seguros de nosotros mismos, se achantarán, mientras que si nos ven débiles
e inseguros, les estaremos dando ventaja. Aprende también a distinguir las señales que te
transmitan ellos, para así saber como están respondiendo o como reaccionarán.

ESCUCHA Y OBSERVA. Mira a tu alrededor y analiza las cosas buenas y malas que observes
en las personas que te rodeen. Quédate con las buenas y trata de hacerlas también tuyas. Aparta
las malas y si hay alguna en la que te veas reflejado, y que te no te guste, procura corregirla.
También es importante que escuches a quienes tienes cerca, ya que en muchas ocasiones te
ayudarán a hacerte ver cosas que tú no ves.

A TU ELECCIÓN. La mente es lo suficientemente poderosa como para hundirnos en la miseria
o convertirnos en campeones. Tú puedes elegir tu camino, todo dependerá de cómo quieras
enfocar tus pensamientos. Si aceptas un consejo; cree en ti, se optimista pero realista
¡¡Serás mucho más feliz!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario